jueves, 17 de febrero de 2011

JOADRIE

A Joandrie
Con todo el cariño de abuelo
A mi nieta dominico - borícua


Joandrie mi niña tú que creces
Entre las picaderas y los entremeses
¿Cuáles te gustarán chiquilla mía
Si las alcapurrias o las catibías?

Yo para tu desayuno te propongo
Que aquí lo que se haga lo decidas tú:
O es plátano borícua hecho mofongo
O una hembrita vegana hecha mangú

¿Qué pescado comerás mi muchachita
Cuando vengas al Caribe en vacaciones:
Será el carite frito en Boca Chica
O una sierra al ajillo allá en Piñones?

¿Cual tapón detendrá mi niña bella
Cuando quiera ir a comprar su chicharrón:
El insoportable de la Ovando a Villa Mella
O el del Túnel de Minilla a Bayamón?

Y como tú de baile aún no entiendes
Yo en pocas palabras te lo explico
En Quisqueya se disfruta un buen merengue
Y la salsa se baila en Puerto Rico.

miércoles, 16 de febrero de 2011

POR QUE HIPOLITO MEJIA

Sólo un iluso puede pretender ignorar el cambio que dio nuetro País con el ascenso al Poder del Presidente Hipólito Mejía en agosto del año 2000. En momentos en que los dominicanos estabamos hastiados de funcionarios prepotentes, mentirosos e incompetentes, el tren gubernamental fue llenado con caras nuevas que llevaron soluciones a los cuatro puntos cardinales.
Nadie podrá olvidar aquella gestión trasparente que realizó la Vice-Presidente de la República, Doña Milagros Ortiz Bosch en la Secretaría de Educación, entidad que se destaca hoy por permanentes escándalos: intoxicaciones del desayuno escolar, residencia de veraneo de lujo de quién sustituyó a la Dra. Ortiz Bosh, gastos exhorbitantes en lujos para el Despacho del actual ministro que incluyen un ascesor para subir con todo y vehículo a la oficina, etc., etc., etc.
En la Secretaría de Agricultura se alcanzaron metas nunca vistas: se logró una cosecha de arroz tan alta que hubo excedente para exportar y se hizo necesario retrasar en 30 días la siembra para la cosecha subsiguiente. Pero unos vivos violaron el acuerdo a que se llegó con todos los productores y quisieron sacar provecho sembrando antes de lo acordado. Éstos fueron penalizados con la QUEMA de sus siembras porque las mismas contraponían lo acordado. Las malas lenguas aprovecharon esta quema para desacreditar a la Secretaría de Agricultura y al gobierno. Todavía hay quienes creen en el mito creado con aquel hecho justo.
Y que decir del excelente desempeño del agrónomo Pablo Mercedes al frente del INESPRE. Se instalaron mercados de productores en toda la geografía nacional que estrecharon la enorme brecha entre el precio que pagaba el consumidor y el que recibía el productor para beneficio de ambos. Todo dominicano tuvo acceso a comprar productos de primera calidad a precios justos en esos mercados de productores del INESPRE. Pero todo eso desapareció de la noche a la mañana al ascender el gobierno de la mentira que nos hemos ganado los dominicanos en los últimos 7 años.
Se podría escribir toda una enciclopedia si recordamos a todos los excelentes funcionarios que puso Hipólito Mejía al frente de la cosa pública. Con sus necesarias excepciones como todo en la vida.
El regreso del Presidente Mejía a la Primera Magistratura del Estado es la garantía de que volvamos a tener nuevamente funionarios honestos, capacitados y trabajadores. La experiencia de Estado nos garantiza que él enmendará los que fueran sus desaciertos y nos dará un gobierno aun mejor. Con sólo oirle hablar en una de las tantas entrevistas que se le hacen se nota en él a un hombre mucho más cauto, capaz y sincero.
Los dominicanos necesitamos dejar de medir la gestión del Presidente Mejía por el desempeño de sus últimos dos años de gobierno, en los que estuvo agobiado por una enorme crisis bancaria fruto del robo descarado de unos cuantos pillos de cuello blanco y sangre azul. No bastó que tomara las medidas adecuadas: el fruto de sus correctas decisiones tomó un poco más de tiempo en madurar y quién lo cosechó fue otro que hoy hace alarde de la estabilidad económica que vive el País. Pero como todo mezquino no es capaz de decirle al País que esa estabiidad el País se la debe a Rafael Hipólito Mejía Domínguez.